Vamos a volver a dedicarle unas lineas al una localidad relacionada con el Camino de Santiago. Que no se diga no que no me gusta el tema…
Esta vez nos adentramos en Lugo, en una de las localidades más importantes por las que discurre el Camino: Portomarín. Aparte de por el aguardiente, en esta localidad y tras cruzar el río Miño tenemos uno de los ejemplos más importantes del románico del Camino, la Iglesia de San Nicolas o de San Juan que su estructura de fortaleza domina toda la zona.
La importancia de Portomarín viene de mucho tiempo atrás, ya ya es citado como “Portumarini” en el año 792. El origen del pueblo parece estar ligada a Don Gutierre conde y la condesa doña Ilduara, los padres de San Rosendo, obispo de Mondoñedo y fundador del monasterio de Celanova en s. X. Su mayor apogeo lo alcanzó durante la Edad Media hasta el punto de tener 3 órdenes de caballería. En la margen izquierda eran los Caballeros de Santiago y la Orden del Temple. En la margen derecha estaba la orden de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
De ahí viene la construcción de la Iglesia de San Nicolás, construída por la Orden de San Juan de Jerusalen a finales del siglo XII y el primer tercio del XIII. Sin duda merece la pena acercarse y admirar esta iglesia-fortaleza, con su interior basilical sobrio y con dos grandes rosetones que ya apuntan a la llegada del gótico. Ya en el siglo XX, la iglesia de San Juan fue trasladada piedra a piedra a su nuevo emplazamiento en lo alto del monte do Cristo, y en medio del pueblo nuevo que se inauguró en el año 1966 por motivo de la construcción del embalse de Belesar.
Pues sí, sin duda Portomarín en un enclave dedicado al Camino y a los peregrinos, y esto es una opinión personal pero debería imperar un poco de buen gusto por lo menos en la publicidad exterior y en la oferta para peregrinos. Quizás una localidad demasiado mercantilizada al “modo gallego”.
Pero dejando atrás Portomarín y continuando la etapa de Camino que nos lleva a Palas de Rei, se atraviesa la parroquia de Castromaior y en ella tenemos uno de los tesoros muy poco conocidos y muy poco visitados: El Castro de Castromaior.
El Castro de Castromaior es uno de los yacimientos arqueológicos de la Edad del Hierro más relevantes del noroeste de la península. Tuvo una ocupación continúa, desde la I Edad del Hierro, hasta los primeros contactos con el mundo romano, momento en el que el castro es abandonado.
Posee un recinto principal más alto, casi circular, al que se unen otros cuatro hacia el Este y uno más al Oeste, formando sucesivas plataformas, todas ellas delimitadas claramente por líneas de murallas, defensas de tierra con empalizadas y fosos que circundan cada recinto dándole al poblado un aspecto fortificado.
Solamente un pequeño desvío del trazado actual del Camino nos permite visitar el castro. Bien es cierto por lo menos en el momento de mi visita, se hace necesaria una adecuación de los accesos y una puesta en valor de este patrimonio muy desconocida.
En resumen, Portomarin no solamente es medieval si no que guarda un secreto castreño que merece la pena visitar.