Continuamos nuestro recorrido por la Edad Media y el Camino de Santiago.
En un post anterior, hablaba de Zamora y de la leyenda de la muerte de Sancho II, pues bien esta vez toca hablar de su hermano Alfonso VI, uno de los reyes de la Reconquista que más guerreó contra los árabes y que aparte de por la luchas civiles con sus hermanos pasó a la historia entre otras muchas cosas por la conquista de Toledo e introducir la orden de Cluny en la península. Del matrimonio de una de sus hijas vino la creación del reino de Portugal. llevó la Reconquista a las orillas del Tajo.Uno de los grandes reyes del medievo castellano-leonés
Y qué tiene que ver Sahagún en todo esto?… en breves lineas lo sabremos.
De Frómista a Sahagún, es la octava de las jornadas que describe el Codex Calixtino. Esta villa leonesa se conformó alrededor del un monasterio y dos mártires. Alfonso III el Magno en el siglo IX, adquiere una iglesia existente en el lugar donde se veneraban las reliquias de los santos mártires Facundo y Primitivo y se las cede al Abad Alonso que viniendo de Córdoba conforma el germen del Monasterio de San Benito de Sahagún. Fue un monasterio muy importante durante la Edad Media, llegando sus posesiones desde Tierra de Campos hasta Liébana y Segovia. Con la fundación en el siglo XVI del Monasterio de San Benito de Valladolid comienza su decadencia, que como en otros inmuebles se acentúa con la desamortización de Mendizábal.
Entre los restos del monasterio permanecen la Torre del Reloj y uno de los iconos de Sahagún: El Arco de San Benito. Lo que más llama la atención la primera vez que acudes a Sahagún es que por debajo de esta antigua puerta de entrada a la iglesia monacal discurre la carretera N-120 ….
Ahora que ya conocemos el arco, volvamos a Alfonso VI. En una de sus derrotas a manos de su hermano Sancho II, tras la batalla de Golpejera fue trasladado al monasterio de Sahagún, donde se le rasura la cabeza y se le obliga a tomar la casulla… casi nada para un futuro rey, hijo y nieto de reyes.
Ya con su hermano muerto y como rey de Castilla y León, Alfonso VI en 1085 concede un ventajoso fuero a la villa y al monasterio, este hecho condujo a un extraordinario crecimiento en todos los sentidos del monasterio y de la villa. La importancia de la congregación monástica fue tal que ha sido denominado el “Cluny Español”.
Alfonso VI falleció en Toledo en 1109. Su cadáver fue conducido a Sahagún, siendo sepultado por supuesto en el Monasterio de San Benito de Sahagún, cumpliéndose así la voluntad del monarca. Dice la leyenda que el sepulcro que contuvo los restos del rey, se sustentaba sobre leones de alabastro, y era un arca grande de mármol blanco siendo la tapa que lo cubría lisa y de pizarra negra, y en los lados la representación de las armas de Castilla y León, y en la parte de la cabecera del sepulcro un crucifijo. Este sepulcro fue destruido en 1810, durante el incendio que sufrió el Monasterio. Los restos mortales del rey fueron dando tumbos de un sitio a otro hasta que fueron hallados en 1902 y en la actualidad se encuentran en un austero sepulcro en el Monasterio de las monjas benedictinas de Sahagún.
En resumen que para visitar la tumba de uno de los mayores reyes de la reconquista, Alfonso VI, hay que ir a Sahagún. Y también se puede ir para descubrir la Ermita de la Virgen del Puente, en el Camino Francés, del siglo XIII, importante por ser el primer santuario mariano de la Ruta Jacobea en la provincia de León o la Iglesia de san Tirso, de estilo románico mudéjar del siglo XII que destaca por su imponente torre rectangular y por la utilización de ladrillo en su construcción.
Y si ya tenemos decidido ir a Sahagún y ya no somos carne de albergue de peregrinos o simplemente queremos una estancia y unos servicios de calidad podemos alojarnos en el Hotel Puerta de Sahagún, seguro que no os defraudará.
